Es interesante como un objeto nos puede remitir a varios
recuerdos o tener significados que no necesariamente están relacionados con el
objetivo para el que está hecho.
Esta hadita fue diseñada para colgarse como adorno navideño
en un árbol, pero para mí significa la emoción del viaje y el enfrentarse a
nuevos retos, pues la compré hace unos años en mi primer viaje sola a Europa
cuando gané una beca para participar en un congreso internacional.
La encontré mientras caminaba por las calles de Amberes, en el aparador de una tienda llena de teteras
y tazas de porcelana.
Desde que regresé la he tenido colgada en la pared recordándome mis
ilusiones y que el mundo me espera para recorrerlo.
Aines.
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